Sí, mi esposo en este momento me está rogando que nos quedemos, Él se quiere quedar, pero el problema soy yo, porque le digo que yo siento que tengo dos culturas. Yo me fui de diecinueve años y aquí la gente tiene más prejuicios, que tengo que andar vestida de cierta manera, tengo que ir de este…y a mí eso no me gusta. Yo soy un poco más liberal. Soy más liberal. Me siento que bastantes cosas que existen en este país yo no encajo y me cuesta porque digo, tengo que andar con zapato alto cuando allá tengo que andar con mis tenis. Puedo ir con mi pantalón viejo a cualquier lugar y me siento feliz. Aquí no. Tengo que ir bonita para que no me hagan una cara fea. Entonces, ahí es adonde yo tengo el problema de balance.