Y hasta la fecha, gracias a Dios, porque Él es el que nos da vida.  Él es él que nos da vida en nuestro Dios, sí. ¿ Y. qué tal sería si no hubiera yo obedecido la voz de mi papá?  Tal vez no… no estuviera viva ahorita. Yo estuviera muerto.  Que gracias que yo obedicí a la voz de él.  Por eso, mis, mis hijitos, hay que obedecer a los padres para que sí Dios le ayuda a uno.  Hasta la fecha, gracias a Dios, tengo setenta y tres años y mi señora tiene sesenta y siete años, de manera que ya estamos aquí, gracias a Dios, con problemas, sí.  Muchas veces nos enojamos, pero a la vez, estamos contentos otra vez.  Problemas siempre pasan.  Pues sí. Ya tenemos veintisiete nietos, varoncitos y mujercitas.  Así es de que esa es mis súplicas, eso es lo que había  pasado anteriormente.