Así en una una de las montañas ahí en una, una ladera así ¿verdad? Había un árbol grande grande y de ese árbol colgaba un, un bejuco, sabe lo que es un bejuco ¿verdad? [sí sí, lo que usaba Tarzán] Exactamente sí, había un bejuco que, omo de este, como de este grueso, ¿verdad? Entonces como la ladera estaba así, el árbol estaba digamos aquí. Entonces esto estaba aquí para abajo como así ¿verdad? Entonces el árbol estaba aquí y el bejuco colgaba aquí. Entonces nosotros eh nos turnábamos ¿verdad? con los otros, con los otros muchachos y nos agarrábamos del bejuco. Entonces ahí uno atrás nos empujaba y nos íbamos así, como que era Tarzán porque nos acordábamos [y nunca se cayeron?] no no pero una vez jugando así eh botamos un niño porque ese, el viaje del bejuco así, tal vez de de donde estaba el árbol para donde se iba el bejuco tal vez eran unos 20 metros y claro al llegar así allá eso estaba quedaba muy alto ya para donde estaba el camino ¿verdad? Entonces después regresábamos cuando regresábamos donde taba el árbol alguien nos agarraba ahí para ya quedarnos ahí pero esa vez íbamos tres, yo y un mi hermano y otro niño entonces cuando el niño le tocó su turno, cuando él regresó, nosotros teníamos que agarrarlo para que él descansara pero no quisimos que descansara sino lo volvimos a empujar jajaja [¿y qué pasó?] y entonces lo empujamos tal vez unas cuatro veces y él decía “ya no, ya no” y la última vez que lo empujamos cuando llegó allá se soltó [ah..¿era amigo de ustedes?] sí, entonces él, él se cayó entonces de la altura de la que el cayó al suelo tal vez eran unos…ay yo digo que unos…15 metros sí pero el donde ca..ahí había tierra solamente pero cuando él cayó al suelo nosotros nos asustamos y bajamos corriendo para ver onde él había caído porque ya no habló ya no dijo nada y nos asustamos porque pensamos que tal vez se había muerto, sí y asustados y va de darle aire soplarlo y él nada, sí, Entonces fue un susto muy grande eh ah me recuerdo que mi hermano empezó a llorar ahí sobre él que despertara y moverlo y incluso empezó él así a ..a rezar como se dice aquí verdá para que él volviera en eso pues empezó a moverse jeje y le dimos y le dimos más aire. Entonces fui ahí cerca pasaba un río un pequeño río y fuimos a traer agua y le dimos agua para que él tomara. En eso volvió verdád ya nos sentimos jajaja [¿no se quebró nada no se…?] No no, solamente se hizo un golpe aquí nada más sí pero no no era nada.. [¡qué milagro!] Sí, entonces él, cuando él volvió en sí, entonces él empezó a llorar, sí, y dijo que se iba a quejar con su papá jajaja y teníamos miedo del problema que se iba ’hacer con los papás de él y los de nosotros verdá y tonces le dijimos que le íbamos a regalar dos quetzales para que no dijera nada en su casa jajaja , Dos quetzales en ese tiempo era..pues era mucho dinero para un niño verdá de diez doce años, tonces esa esa historia pues siempre me recuerdo yo ¿verdá? porque me recuerdo porque fue un susto muy grande que nos dimos.