Soy una hija única. eh, Me crié con una prima la cual ella era mayor que mí y hacíamos los quehaceres domésticos juntamente con mi madre. Pero como mi madre era una mujer de negocio en el cual ella vendía desde plátanos, botones y tantas cosas para poder sobrevivir. eh Yo me acuerdo que iba a lavar la ropa en los ríos, bueno, en un río, en San Lorenzo de donde soy yo, donde nací y… [¿te gustó?] Si, bueno, es una experiencia. Eh, te vas muy temprano, ocho y media de la mañana te levantas y coges tu tina de, de ropa sucia. Te vas con tu madre a lavar y luego es un proceso, y después quizás allá tienes que regresar con las tinas en tu cabeza. Entonces, yo ayudaba mucho a mi madre. Mi mamá hacía las masas grandes para hacer los panes. Entonces yo tenía que moldearla, hacerle la forma. Mi mamá sólo hace la masa de pan dulce, pan salado y yo tenía que hacerle la forma, hacer las baguetees que le llaman aquí y los panes dulces redondos y otros tipos que le llamábamos panocha, por ejemplo. Me acuerdo muy bien y [¿y eso porqué?] La forma así, un poco así. Bueno, no le voy a decir eso [ah ok]. Entonces, y yo salía a vender pan en canastas llenas de pan. Salía a vender, más que todo ya después de la escuela. Eso cuando yo tenía unos diez años hasta las nueve, diez, hasta las once, casi las doce estuve haciendo eso. Pues, mi mamá tenía una panadería y vendíamos pan a la calle, yo y mi hermano, mi hermano mayor que mí, dos años, dos años mayor que mí y nosotros salíamos a vender en la calle pan. Hasta que hubo un momento que mi tía, la hermana de mi padre prohibió. Dijo -¿Cómo va a ser que una niña de diez, once años salga a la calle a esas altas horas a vender pan? Bueno, tenía yo mi ruta. Yo salía a vender pan tipo cinco de la tarde y regresaba a las seis, seis y media porque ya a las seis y media, estaba totalmente oscuro. A las seis empezaba a oscurecer, pero lo hacíamos para mantener a la familia. Era como un apoyo.